Conclusiones: ¿Es el plomo un recurso sostenible?

La utilización del plomo en una gran variedad de productos (particularmente los más importantes), no ofrecen especial preocupación y ofrecen considerables ventajas económicas y prácticas.

Los niveles de exposición de la población han disminuido en las pasadas dos décadas, en muchos países, particularmente en EE UU y en la UE. La inmensa mayoría de la población recibe, actualmente, dosis muy por debajo de los niveles peligrosos.

Algunas de las aplicaciones menores del plomo son impactantes o potencialmente impactantes, ya sea durante su uso, ya sea durante su eliminación, debiéndose tomar medidas para gestionar el riesgo. Las aplicaciones más dañinas del plomo han sido suprimidas en el Mundo Occidental.

La estructura del uso del plomo ha cambiado y tiende, con toda probabilidad, a reducir el impacto durante la manufactura, uso y gestión de los residuos, ya que las aplicaciones disipativas están siendo eliminadas y aumentan los índices de reciclado.

Algunos usos del plomo a través de la historia han sido causa de una contaminación de los suelos que durará siglos. Las prácticas actuales han reducido extraordinariamente las emisiones, con lo que el impacto al medio ambiente ha disminuido sensiblemente. El destino del plomo a largo plazo, particularmente su rechazo, con toda probabilidad es una llamada de atención hacia el futuro de un problema medioambiental. La demanda de baterías de plomo no desaparecerá, pero sí corre el riesgo de hacerlo toda la industria que a adía de hoy garantiza su perfecta valorización y recuperación controlada.

COMO CONCLUSION PUEDE AFIRMARSE QUE:

El plomo es uno de los recurso más eficientes y sostenible, cuando se utiliza y se recicla de forma responsable .

Los esfuerzos para restringir o suprimir su uso no tienen una base científica sana, sino que se fundamentan en comentarios y en una opinión pública mal informada y no bien orientada.