Aplicaciones del plomo

El plomo se ha utilizado durante muchos siglos en fontanería y conducciones de agua, en protección y techado de edificios, en menaje de cocina y doméstico y en objetos ornamentales.

Su elevada densidad le hace muy indicado para anclas, contrapesos y munición, así como pantalla protectora contra radiaciones diversas y protección acústica.

Las propiedades electroquímicas del plomo se utilizan ampliamente para sistemas de almacenamiento de energía eléctrica por medio de la batería plomoácido, ampliamente utilizada en vehículos automóviles, en sistemas estacionarios de comunicaciones, en medicina y, en general, donde es necesario asegurar la continuidad de los servicios y sistemas.

Algunos compuestos de plomo, particularmente los óxidos brillantemente coloreados, se han utilizado durante muchísimo tiempo, en pinturas y pigmentos, en vidrios y en barnices para la cerámica.

Los usos finales del plomo, es decir, su aplicación práctica, han variado de forma drástica en lo que va de siglo. Usos finales del plomo clásicos, como la fontanería, la plancha para industrias químicas y para la construcción, las pinturas y los pigmentos, los cables eléctricos, etc., han retrocedido de forma sensible. En la gasolina la utilización del plomo tiende a desaparecer, obedeciendo a exigencias legales.

La realidad es que hay usos muy especiales del plomo, que le hacen indispensable o difícilmente sustituible son, entre otros:

  • Baterías para automoción, tracción, industriales, aplicaciones militares, servicios continuos y de seguridad, energía solar, etc,
  • Protección contra radiaciones de todo tipo;
  • Vidrios especiales, para aplicaciones técnicas o artísticas;
  • Protección contra la humedad, cubiertas y techumbres
  • Soldadura, revestimientos, protección de superficies, etc

El cuadro siguiente refleja los principales usos del plomo a día de hoy:

La batería plomo-ácido es la actividad que, con mucha diferencia consume la mayor cantidad de plomo, habiendo pasado, a lo largo de la segunda mitad del siglo y en números redondos, de un cuarto a casi tres cuartos del consumo total, siendo lo dicho válido, en sus líneas generales, para el mundo occidental en su conjunto y para España en particular.

El futuro del plomo está inexorablemente ligado al de la batería plomo-ácido. Por lo que a ésta se refiere y a la luz de los conocimientos actuales, su sustitución en sus campos tradicionales no parece cuestión fácil teniendo en cuenta su fiabilidad, prestaciones y economía; sin que sea factor despreciable a su favor el eficaz sistema existente para la recuperación y reciclado de sus residuos.

Por otra parte, la batería de plomo de tecnología avanzada AGM, EFB ha mejorado sus prestaciones de capacidad, rapidez de carga, vida útil, resistencia a las vibraciones, seguridad, control del ácido, etc. De una forma espectacular.